LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA




Bien es sabido que la asignatura de Lengua Castellana y Literatura es una de esas "troncales" y casi intocables junto a las Matemáticas en cualquier plan de estudios. Lo puedo compartir siempre y cuando el resto de materias tengan el peso y la importancia que merecen para que un niño/a pueda desarrollarse completamente. 

También parece que en muchos fueros esos comentarios de antaño "tendrás que estudiarte todo un cuadro de autos y obras" sigue latente. Verdaderamente quien piense que la asignatura de Lengua (en Secundaria y Bachillerato) es eso, se equivoca. 

Lamentablemente, la prueba de acceso a la universidad sí sesga mucho el trabajo de cualquier docente en el ámbito lingüístico. Esto, sin embargo, no nos quita la alegría para poder trabajar una asignatura tan transversal y bella como es Lengua. 

Dotar a los alumnos/as de una de las herramientas más importantes de su vida y ayudarles a mejorarla es, sin duda, un reto maravilloso. Al mismo tiempo que el cuidado por la cultura, la literatura o cualquier otra disciplina en la que las emociones son la protagonistas. 

Obligamos a nuestros alumnos/as a memoriza una sinfín de autores y obras que, en su mayoría, no leerán. Los aburrimos a base de libros llenos de polvo cuando hoy la literatura desborda con otras herramientas digitales, cooperativas y actuales. 

Las reflexiones en el campo de la materia de Lengua Castellana y Literatura (remarco de nuevo que en Secundaria y Bachillerato) deben ser profundas y exigentes si queremos que nuestros alumnos/as sean el día de mañana ciudadanos de bien con solvencia en cualquier ámbito lingüístico y cultural. 



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